buscador adsense

Escuchanos Aqui Online

Escuchanos Aqui Online

lunes, 12 de diciembre de 2011

CONTRA LA INHUMANIDAD


Mañana sábado10 de diciembre, se cumplen 63 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pese a ello, la intolerancia ideológica desde los avatares de la politiquería, continúa atentando contra uno de los mayores logros de la sociedad civilizada.
El acto se lo realizó en el palacio de Chaillot, en París, en 1948, con la aprobación de 48 países, con 8 que se abstuvieron de votar y dos que no estuvieron presentes al momento de la votación. Esta Declaración está considerada como el mayor de los logros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), porque reivindica al ser humano en su esencia, también porque se constituye en inspiración para los hombres y mujeres respetuosos de todas las libertades.
Mucha gente que ignora la importancia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en los regímenes de convivencia, suele burlarse al momento de realizar algunos juicios de valor, o también los rescata para colocarlos de acuerdo al momento político que vive con sus respectivos intereses incluidos. No obstante su contenido enaltece a los principios de la democracia, censura a las restricciones, condena a los crímenes de lesa humanidad, respalda a la libertad de expresarse, cuestiona las discriminaciones y todo trato degradante e inhumano, alimenta la esperanza de hermandad entre los pueblos y  fortalece a las Constituciones Políticas de muchos países.
George Bernard Shaw dijo. “El peor pecado contra las demás criaturas, no es el odio, sino la indiferencia: esa es la esencia de la inhumanidad”.
Pero esa indiferencia ha sido puesta en practica no sólo contra las otras criaturas, sino en contra de hombres y mujeres que en ocasiones han sido marginados (as) y hasta sacado de sus trabajos por el sólo hecho de no estar de acuerdo con los procedimientos de sus jefes, el caso del chofer de la gobernación de Los Ríos, Bolívar Villagomez, es uno de tantos que nos sirven como ejemplo: claro, con el disimulo de habérsele terminado el contrato de trabajo.
Aun existen grandes espacios donde la inhumanidad no sólo que es alimentada por la indiferencia, sino por la intolerancia ideológica, por los caprichos de quien o quienes se sienten omnipotentes al gozar de un efímero poder  que en vez de volverlos sabios los ha vuelto mediocres, caprichosos, vengativos y hasta con altas dosis de inhumanidad. A esta gente ya no los inspira la Declaración Universal de los Derechos Humanos como en otros años, ahora sus inspiraciones son otras, se han vuelto en uno más de los tantos intolerantes que en su momento combatieron.
Quienes continuamos creyendo en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, tenemos el deber de continuar respaldándola, así evitaremos caer en el pecado de la inhumanidad.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario