Cuando se transita por una vía en pésimas condiciones en el verano,
asalta la duda sobre la seriedad con que las autoridades municipales vienen
trabajando. La vía Febres Cordero-La “Y” de Saltadero y el tramo que conduce a
Las Juntas, es el motivo del presente editorial.
Un carretero empedrado, cuyos conductores al transitar por él no pueden
acelerar la marcha del motor a una tercera velocidad porque corre el riesgo de
no regresar con el vehículo en buenas condiciones a casa, refleja que las
autoridades municipales de Babahoyo, entre ellos los concejales rurales, muy
poco les importa la suerte de quienes utilizan esa vía. Lo peor, es que
explotan material pétreo de algunos sectores aledaños, lo que ni siquiera les
ha despertado la conciencia para tratar de reconformar, relastrar y
reacondicionar la principal carretera por donde se sacan los productos
agrícolas hacia los diferentes centros de acopio.
¿Qué se han pasado haciendo los concejales rurales en lo que va de la
actual administración municipal? ¿Dónde queda la responsabilidad que los
mandantes les entregaron en las urnas? ¿Cuál es el compromiso que adquirieron
con las comunidades?
Sin tomar en consideración la principal vía que conduce desde Babahoyo hasta
Mata de Cacao convertida en otra miseria, su continuación desde Febres Cordero
hasta los recintos antes citados, vale la pena decirles que la vía son el fiel
reflejo de las autoridades que tenemos, con excepción de la prefectura que
hasta en La Providencia ,
varios centenares arriba de Las Juntas, ha construido un puente colgante
peatonal, situación que favorece a los campesinos tanto de Los Ríos como de la
provincia de Bolívar. No obstante, la vía cuyos trabajos de reparación le
corresponde al municipio, se encuentra en condiciones deplorables, sin obviar
algunas necesidades de varias comunidades, incluidas las situadas en el
Proyecto CEDEGÉ.
En esta misma zona, vale la pena mencionar, que nada se ha hecho por la
limpieza de las riberas del río Chilintomo, incluso hasta para erradicar los
elevados niveles de contaminación por parte de los empresarios bananeros, sin
obviar a un amplio sector que habita en caseríos y recintos en las dos vías del
mismo Proyecto CEDEGÉ. Y esto obedece a que los concejales rurales, con altas
dosis de ineptitud, ignoran a la realidad rural, como también ocurre en Pimocha
y Caracol.
No es cuestión de que las autoridades municipales adopten posiciones
ridículas de revanchismos, sino que se dediquen a corregir procedimientos si es
que verdaderamente quieren pasar a la historia o si están pensando en la
reelección. No hacerlo constituye otorgarle y sin merecerlo un espacio para que
la oposición resurja.
Arreglen la vía que va desde Febres Cordero hasta la “Y” de Saltadero,
también el tramo que comunica con Las Juntas. ¡Entiendan!
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